LA HISTORIA, UN RUMBO PARTICULAR QUE CALMA MI ALMA.

A través de mi etapa elemental de estudios, recuerdo que nunca tuve un buen maestro de historia, tal vez por su inoperancia o por su propia ignorancia no sabía emanar e imprimirnos el gusto para esta hermosa ciencia.

Recuerdo un día, en el que me encontraba con uno de mis mejores amigos de la infancia, Abel, sentados en la banca principal de la escuela, y me dijo, sabes, no hay nadie como tú que entiende y visualiza la historia con ese toque personal que tú le das.

Éramos muy pequeños en ese entonces como para darme cuenta que precisamente la historia era el tópico que por cuestiones del destino el creador puso en mi ese gen, esa característica, sin igual.

Recuerdo que después de 2 meses, hubo una competencia regional del municipio, una tipo olimpiada del conocimiento, en la cual la Maestra Mireya Salinas, (excelente maestra por cierto) me preparo para la misma.

Recuerdo que pasábamos 2 horas diarias repasando los temas de historia que en ese momento se iban a presentar, teniendo como tópicos básicos, la Revolución Industrial, La Revolución Mexicana y el México Contemporáneo.

Siendo de mi máximo agrado la Revolución Mexicana, he ahí, gracias a mi maestra Mireya, una persona afable, amante de su México, amante de sus raíces, pudo ratificar mi gusto, que a lo largo de mi vida elemental, mi viejo , me supo imprimir, un ser amante de sus raíces y de su mexicanidad.

Fue un orgullo representar a mi escuela, una escuela en la que no nos daban ni un centavo por ganar la competencia, mi máximo orgullo, era portar mi uniforme con pantalón azul y mi camisa blanca, recuerdo que tenía unos zapatos cafés que mi padre me había comprado, muy cómodos por cierto, y la maestra Mireya había hecho un botón con el nombre de nuestra humilde escuela, que apenas albergaba a unos 150 alumnos de todos los grados, tendiente a desaparecer por el mismo número de alumnos registrados, pero que hasta la fecha y le agradezco a DIOS que mi humilde pero grande escuela este mas postrada que nunca, gracias DIOS.

Participamos contra el colegio Contry, el colegio La Salle de Guadalupe, contra el Oxford American School, contra la Jose Barbosa, y la escuela Jose Martin Rodriguez, siendo mi escuela la más humilde, mi orgullo es decir soy graduado de la Escuela Primaria Federal Eugenio Garza Sada.

Recuerdo que al recinto llegaban los niños muy arreglados y en carros de lujo, mientras mi queridísima y entrañable maestra y yo llegábamos en camión, porque las circunstancias socioeconómicas asi se prevalecían en el momento, pero con un gran orgullo y porte al caminar por el pasillo del recinto y registrarnos y pasar lista para el comienzo del concurso.

Recuerdo que ni entable conversación con ningún compañero que presento esa vez, ellos preocupados tal vez por su inversión al concurso, sin convicción alguna, solo por posición o socialite, ¿qué se yo?, nunca pudieron quitarse y evitar el miedo, mientras tanto un servidor, cogía su primera intervención, haciéndome preguntas de la revolución industrial, llegando así, a conquistar la simpatía del presídium.

Después de 2 horas de competencia, los jueces del presídium comienzan a deliberar, lo cual ni en lo mas mínimo me sentía nervioso, postrando mi mirada hacia el horizonte, y mi maestra felicitándome por el gran concurso que habíamos efectuado.

Después de 15 minutos largos, el presídium delibera y empiezan a dar los nombres de los ganadores, de lo cual, o sorpresa!!!!!, DANIEL GARZA de la escuela primaria federal Eugenio Garza Sada es el primer lugar, wow!!!! Momentos más, momentos menos, ver la felicidad de mi Maestra fue de las cosas más lindas que me ha pasado en mi vida, ver sus ojos casi llorosos y yo sin comprender, lo que el esfuerzo humilde y pasional, pueden llegar a lograr.

De esa experiencia, bueno, fue mi bautizo en las competencias, que a partir de ahí un 20 de Enero pero de 1998, fue el comienzo de una gran variedad de competencias.

Le agradezco de antemano y para siempre, el apoyo brindado, humilde y pasional, a mi maestra Mireya Salinas, que donde quiera que se encuentre, que sepa que existe un historiador empedernido, que no dejara de luchar para que la materia desaparezca, no aun, mientras esté vivo.

Dallock Garza.

Monterrey, N.L.

2:55 am 20/1/2012